La Bombilla

LA BOMBILLA

La bombilla es ese aparato tan simple que nos alumbra cada noche y que nos permite ver cuando hay oscuridad. Algo tan habitual en nuestra vida cotidiana que no le damos la importancia que tiene, ya que es uno de los mayores inventos de la humanidad y algo imprescindible en nuestras vidas.

CREACIÓN

La creación de este artilugio se produjo en 1879 y le corresponde al inventor estadounidense Thomas Alva Edison, aunque actualmente se sabe que en realidad la bombilla ya había sido ideada hace años y que él solo la perfeccionó y la patentó, dándola a conocer al mundo. Edison hizo una demostración de cómo funcionaba ante 3000 personas en un parque de Nueva York; la mantuvo encendida durante 48 horas para que la gente viera su utilidad. Tres años después se inauguró en esa misma ciudad la primera central eléctrica del mundo para generar el alumbrado de las calles. Así comenzó su desarrollo y comercialización hasta hoy, donde todos podemos alumbrarnos por las noches o en momentos de baja intensidad luminosa ya no solo con las lámparas, sino también con linternas y fuentes de luz portátiles.

FUNCIONAMIENTO Y TIPOS

Una bombilla incandescente tradicional tiene un funcionamiento similar a una antorcha. Se basa en el calentamiento de un metal (llamado tungsteno) mediante una corriente eléctrica. Esta corriente pasa por el delgado filamento provocando que entre en un estado de incandescencia e irradiación de luz. El principal problema de este tipo de bombillas es su baja eficiencia, lo que ha provocado su retirada en países occidentales, ya que la mayor parte de la energía se perdía en calor y muy poca en luz, por eso no se podían tocar una vez encendidas debido a la alta temperatura. En la actualidad hay otros tipos de bombillas más utilizados:

• TUBOS FLUORESCENTES: tienen dos electrodos en sus extremos y en su interior hay pequeñas cantidades de argón y mercurio. La superficie interna está cubierta por una capa de fósforo fluorescente, que transforma la luz ultravioleta en radiación visible.
• BOMBILLAS DE BAJO CONSUMO: están formadas por unas estructuras similares a los tubos fluorescentes, por lo que su funcionamiento es el mismo. Sin embargo, su eficiencia es mayor (no producen calor) y consumen menos energía.
• BOMBILLAS HALÓGENAS: son muy similares a la bombilla incandescente, situando el filamento dentro de un gas inerte y una pequeña cantidad de un elemento halógeno, mejorando su eficiencia y vida útil.
• BOMBILLAS LED:  contienen LEDs en su interior; estos diodos semiconductores producen luz al someterse al paso de corriente eléctrica continua. La luz que irradian es mucho más eficiente y su brillo es magnífico. Su vida útil también es bastante mayor, en torno a 50.000 horas (casi 6 años).

Además tienen bajo coste y una gran utilidad, situando este gran invento al alcance de todos.

Si quieres saber más sobre el funcionamiento de la bombilla, visita este enlace: https://www.youtube.com/watch?v=CcHdJZh95_k