EL BOLÍGRAFO
La invención del bolígrafo tiene un curioso origen. Alrededor de 1938, un periodista húngaro: László József Bíró, cansado de los problemas que entrañaba escribir a pluma, comenzó a pensar en alternativas o mejoras para este milenario instrumento de escritura.

Lejos de desistir, László siguió cavilando en una solución y unos días después, mientras observaba a unos niños jugando con canicas sobre un suelo con charcos, se percató que las bolas, al atravesar y sobrepasar un charco de agua, dibujaban tras de sí una línea húmeda sobre la superficie seca de la calle y con esa imagen le llegó la idea. Tan pronto como pudo comenzó a desarrollar el nuevo artefacto de escritura con una pequeña esfera en la punta que dosificaba la tinta y ese mismo año patentó el invento (1938).
Es un instrumento de escritura consistente en una punta de carga, que contiene una bola, generalmente de acero o wolframio, que en contacto con el papel, va dosificando la tinta a medida que se la hace rodar, del mismo modo que un desodorante de bola. El bolígrafo puede ser de punto fino, mediano o diamante. Es el instrumento de escritura más popular y utilizado del mundo.
Es básicamente un tubo de plástico o metal que contiene la tinta y que tiene, en un extremo, la punta de escritura, que engarza una pequeña esfera o bola, de la que toma el nombre, y que sirve para regular la salida de tinta al papel de forma fluida y constante. Este tubo o «carga» (de tinta) se encuentra en el interior de un armazón que permite asirlo con comodidad. Dicho armazón puede ser de dos partes (base y tapón) o de una sola, con diversos mecanismos que sacan o retraen la punta de la carga para protegerla de golpes y evitar que manche cuando se lleva en el bolsillo. Su producción a gran escala ha hecho que el costo sea muy bajo y lo ha convertido en el instrumento universal de escritura manual.
A continuación, dejo un vídeo explicando su funcionamiento.
A continuación, dejo un vídeo explicando su funcionamiento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario